Entrevista exclusiva con Diana Jeanette: una vida entre la música, el teatro y la televisión.

Desde sus inicios en la música tropical hasta su proyección como actriz en teatro, cine y televisión, Diana Jeanette ha construido una carrera artística diversa y vibrante. En esta entrevista nos comparte momentos claves, experiencias y sueños que aún desea cumplir.

Comenzaste como vocalista de los Tremendos Sepultureros. ¿Qué recuerdas con más cariño de esa etapa en la cumbia tropical?

Recuerdo a los músicos mexicanos como si fueran mis tíos, una familia que me cuidaba. Yo siempre fui muy puntual y disciplinada. Era muy joven, y ellos me enseñaron a darle ese toque especial a la música tropical, ya que en ese entonces yo escuchaba más pop, como la música de Jeanette, Lucía Méndez y Lucerito. Fue una gran experiencia haber audicionado y ser elegida para continuar la carrera de la gran Dulce Rosario.

Has trabajado en teatro, cine y televisión. ¿En cuál de estos escenarios te sientes más plena como artista y por qué?

Me siento más plena en el teatro. Es mi plataforma favorita, el cine es maravilloso pero había mucha tensión por parte de los directores. En cambio, el teatro te da silencios, emociones, música clásica… Hice muchas obras basadas en clásicos, y eso me apasiona profundamente.

Protagonizaste 12 películas campiranas. ¿Qué te atrajo de ese género y cómo lo viviste como actriz?

Por ser michoacana, después de participar en una competencia nacional en la Ciudad de México, tuve la oportunidad de que los productores notaran mi talento. Los medios me otorgaron el título de Miss Fotogenia y obtuve el tercer lugar a nivel nacional. Fue ahí, en el Teatro Jorge Negrete, donde conocí a grandes vedettes. Esa etapa abrió muchas puertas para mí.

Tu participación en telenovelas como Marisol y La Madrastra marcó una época. ¿Cuál fue el mayor reto que enfrentaste en esas producciones?

En Marisol, el reto fue suplir a coristas muy talentosas. Ser cantante era un reto en sí, aunque ya tenía experiencia. Pero ser corista y lucirme detrás de la estrella fue una prueba. Incluso hice coros para Enrique Iglesias en el video de “Por amarte”. En La Madrastra, interpreté a una enfermera en algunos capítulos, compartiendo escena con los personajes principales. Fue una experiencia increíble.

Fuiste finalista del concurso ‘Rostro del Heraldo’. ¿Cómo influyó ese reconocimiento en tu carrera?

Ese momento me enseñó mucho. Yo misma me inscribí, me compré un vestido, me maquillé, me peiné. El dueño del periódico me dijo: “Si no ganas este año, no dejes de participar el próximo porque te va a ir muy bien”. Fui finalista, y las publicaciones fueron tan bonitas que aún conservo las portadas completas. Ahí me di cuenta de que era bonita, con ojos grandes, cabello abundante… Todo eso se resaltó gracias a esa experiencia. Conocí a actrices que hoy siguen siendo estrellas. Fue un gran impulso. No volví a inscribirme porque creo que había un límite de edad para participar.

Como productora de una competencia internacional de bellydance, ¿qué te motivó a impulsar esta disciplina y cómo ha sido la respuesta del público?

No fue del todo satisfactorio porque, culturalmente, en Medio Oriente no siempre aceptan que mujeres de fuera adopten su danza. En lugar de apreciar nuestro interés por su cultura, a veces nos ven como objetos. Pero a mí me impulsó el lenguaje corporal más que el facial. Hablar con el cuerpo es alegría. Después regresé a México y en California logré hacer los mejores eventos de bellydance. Tal vez lo vuelva a hacer... ya me estoy animando a producir otra vez.

Tu paso por la televisión como presentadora en Caravana de la Bahía, en California, te mostró otra faceta. ¿Qué aprendiste de ese rol frente a las cámaras?

Fue muy bonito entrevistar a otras personas, aplaudirles, conocer grupos, patrocinadores… Recibir comentarios de presentadores con más experiencia que me decían: “Estás creciendo”. Y uno crece también mentalmente. Para mí, este ambiente artístico es vida, incluso ahora que hacemos esta entrevista, me inyecta vida, me refresca. No es por el dinero, sino por el placer de hacerlo. Nunca dejaría de hacerlo.

Después de tantos logros en distintas ramas artísticas, ¿qué sueño o meta sigue pendiente en la vida de Diana Jeanette?

Siento que nunca voy a dejar de hacer arte. Ya viví y conocí las mieles del éxito. No tengo la ambición de ser famosa, pero sí sé que nunca voy a parar. Me encantaría volver al teatro; ahora veo que en la Ciudad de México hay muchas oportunidades. Creo que regresar a México, reencontrarme con mis amistades y, por qué no, regresar a Televisa o TV Azteca, es una meta. También tengo la ilusión de algún día visitar Antigua Guatemala. - Concluye.